¿Es seguro tomar magnesio a largo plazo?. Riesgos y contraindicaciones
¿Es seguro tomar magnesio a largo plazo?. Exploramos los riesgos, efectos secundarios y contraindicaciones de la suplementación de magnesio. Infórmate bien.
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4/28/20259 min read


El magnesio es un mineral fundamental, a menudo aclamado por sus múltiples beneficios para la salud, que van desde el apoyo muscular y nervioso hasta la mejora del sueño y la regulación de la presión arterial. Su popularidad ha llevado a que muchas personas consideren o ya estén tomando suplementos de magnesio de forma regular. Esta práctica, aunque generalmente considerada segura para la mayoría, plantea una pregunta importante: ¿es seguro tomar magnesio a largo plazo? Entender los posibles riesgos y contraindicaciones es crucial para asegurar que la suplementación, si se realiza, sea beneficiosa y no perjudicial.
En este artículo, profundizaremos en la seguridad del magnesio a largo plazo. Analizaremos cuándo puede ser seguro, cuáles son los posibles efectos secundarios, quiénes deben tener especial precaución y, sobre todo, cuáles son las principales contraindicaciones para su uso. Abordaremos la cuestión de la toxicidad y la importancia de la supervisión médica para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud y la suplementación con magnesio.
¿Por qué las personas toman magnesio?. Breve repaso de sus beneficios
Para comprender por qué el uso del magnesio a largo plazo es tan común, recordemos algunos de los beneficios bien establecidos (o prometedores) asociados con este mineral:
Soporte a la función muscular y nerviosa.
Ayuda en la producción de energía.
Contribución a la salud ósea.
Potencial ayuda en la regulación de la presión arterial (como ya vimos en un artículo anterior).
Posible alivio en ciertos tipos de calambres musculares.
Influencia en la mejora del sueño y la reducción del estrés en algunas personas.
Estos beneficios, a menudo experimentados por quienes corrigen una deficiencia o alcanzan niveles óptimos, motivan a muchos a mantener una ingesta constante, a menudo a través de suplementos, lo que nos lleva a la cuestión de la seguridad a lo largo del tiempo.
¿Es seguro tomar magnesio a largo plazo?. La respuesta general
Para la gran mayoría de los adultos sanos, es seguro tomar magnesio a largo plazo en las dosis recomendadas, especialmente cuando la suplementación se mantiene dentro de los límites superiores de ingesta tolerable (ulit) establecidos. El cuerpo puede gestionar y eliminar el exceso de forma eficaz siempre que los riñones funcionen correctamente.
La ingesta diaria recomendada (idr) de magnesio varía según la edad y el sexo, pero generalmente se sitúa entre 310-320 mg para mujeres adultas y 400-420 mg para hombres adultos. La mayoría de las personas que usan suplementos toman dosis que se acercan o igualan estas cantidades, o las superan ligeramente, pero sin llegar a niveles que serían problemáticos para riñones sanos.
El principal problema de seguridad con la suplementación de magnesio no proviene de la ingesta dietética (es muy difícil alcanzar niveles tóxicos solo con alimentos), sino del uso de suplementos, especialmente a dosis altas o en formas que son menos absorbidas y tienen un efecto laxante más marcado (como el óxido de magnesio o las sales de magnesio utilizadas como laxantes).
Dosis recomendadas y límites de ingesta: ¿cuánto es demasiado?
Es fundamental conocer las pautas de ingesta para entender la seguridad a largo plazo del magnesio.
Ingesta Dietética Recomendada (IDR): Como mencionamos, son los niveles de ingesta diarios suficientes para satisfacer las necesidades de casi todas las personas sanas (310-420 mg/día para adultos).
Límite Superior de Ingesta Tolerable (ULIT): Es la dosis diaria más alta que es poco probable que cause efectos adversos para la salud en la mayoría de las personas. Para el magnesio suplementario, el ulit para adultos es de 350 mg al día. Es crucial entender que este límite se refiere únicamente al magnesio proveniente de suplementos, medicamentos (como antiácidos o laxantes) o alimentos fortificados. No se aplica al magnesio que se encuentra naturalmente en los alimentos, ya que el magnesio de los alimentos no se ha asociado con efectos adversos en personas sanas.
Tomar suplementos de magnesio por encima de los 350 mg diarios puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, especialmente los gastrointestinales, aunque no necesariamente conduce a toxicidad grave en personas con riñones sanos. El riesgo de toxicidad grave (hipermagnesemia) es bajo si la ingesta suplementaria se mantiene por debajo de dosis masivas (varios gramos, más de 5000 mg) y la función renal es normal.


Posibles efectos secundarios del magnesio (a corto y largo plazo)
Aunque es seguro tomar magnesio a largo plazo para muchos, los suplementos pueden causar efectos secundarios, especialmente si se toman en dosis superiores al ulit de 350 mg diarios de magnesio suplementario.
Efectos secundarios gastrointestinales
Estos son los efectos secundarios más comunes y generalmente están relacionados con la cantidad de magnesio no absorbido que llega al intestino grueso:
Diarrea: Es el efecto secundario más frecuente, especialmente con formas de magnesio menos absorbibles como el óxido de magnesio, o con dosis altas de cualquier forma. El magnesio no absorbido atrae agua al intestino, produciendo un efecto laxante. Si experimentas diarrea, puede ser útil reducir la dosis o cambiar a una forma de magnesio con mayor biodisponibilidad (como el citrato o el glicinato).
Náuseas y calambres abdominales: También pueden ocurrir, a menudo asociados a la diarrea.
Estos efectos suelen ser molestos, pero no peligrosos en sí mismos, siempre que no conduzcan a deshidratación o desequilibrios electrolíticos graves por uso excesivo y prolongado como laxante sin supervisión.
Otros posibles efectos
En dosis elevadas o en individuos sensibles, se han reportado otros efectos, aunque son menos comunes que los gastrointestinales:
Presión arterial baja (Hipotensión): Dado que el magnesio ayuda a relajar los vasos sanguíneos, dosis altas pueden causar una ligera caída en la presión arterial. Esto puede ser un riesgo para personas que ya toman medicamentos para la hipertensión o que tienen tendencia a la presión baja.
Letargo o Somnolencia: En dosis altas, el magnesio puede tener un efecto sedante.
Estos efectos son generalmente leves y desaparecen al reducir la dosis.
Riesgos y contraindicaciones del magnesio a largo plazo
Mientras que para la mayoría es seguro tomar magnesio a largo plazo, hay situaciones y condiciones médicas donde la suplementación con magnesio está contraindicada o requiere una precaución extrema y supervisión médica rigurosa.
Insuficiencia renal
Esta es la principal y más importante contraindicación para el uso de suplementos de magnesio, especialmente a largo plazo. Como mencionamos, los riñones son los principales responsables de excretar el exceso de magnesio. Cuando la función renal está significativamente comprometida, los riñones no pueden eliminar el exceso de magnesio de manera eficiente. Esto lleva a una acumulación peligrosa de magnesio en la sangre, resultando en hipermagnesemia.
Las personas con enfermedad renal crónica, especialmente en etapas avanzadas, deben ser extremadamente cautelosas con cualquier producto que contenga magnesio, incluidos suplementos, laxantes y antiácidos. La suplementación solo debe considerarse si lo indica y supervisa estrictamente un nefrólogo.
Interacciones con medicamentos
El magnesio puede interactuar con varios medicamentos, afectando la absorción o el efecto tanto del magnesio como del medicamento. Estas interacciones son una preocupación real al tomar magnesio a largo plazo si se está bajo tratamiento farmacológico.
Antibióticos: El magnesio puede unirse a ciertos antibióticos en el tracto digestivo (como las tetraciclinas y las quinolonas), reduciendo su absorción y eficacia. Se recomienda tomar suplementos de magnesio varias horas antes o después de estos antibióticos.
Bifosfonatos: Medicamentos utilizados para tratar la osteoporosis. El magnesio puede reducir su absorción. Deben tomarse con al menos 2 horas de diferencia.
Inhibidores de la bomba de protones (IPP) y Antiácidos: Utilizados para reducir el ácido estomacal. El uso prolongado de algunos de estos medicamentos (especialmente ipp) puede disminuir la absorción de magnesio en el intestino, lo que paradójicamente puede llevar a una deficiencia. Por otro lado, algunos antiácidos contienen grandes cantidades de magnesio (ej. hidróxido de magnesio) y, si se usan con frecuencia, pueden contribuir a una ingesta excesiva, especialmente en personas con problemas renales.
Diuréticos: Ciertos tipos de diuréticos (ej. diuréticos de asa y tiazídicos) pueden aumentar la excreción de magnesio por los riñones, potencialmente llevando a una deficiencia. Otros (diuréticos ahorradores de potasio) pueden reducir la excreción de magnesio. La interacción depende del tipo de diurético y requiere supervisión.
Medicamentos para la presión arterial: El magnesio puede potenciar el efecto de los medicamentos hipotensores, llevando a una caída excesiva de la presión arterial.
Relajantes musculares: El magnesio puede aumentar el efecto de los relajantes musculares.
Bloqueadores de los canales de calcio: Medicamentos para la presión arterial y arritmias. El magnesio y estos medicamentos tienen efectos similares sobre la función muscular y la conducción cardíaca, y la combinación puede potenciar sus efectos (tanto terapéuticos como adversos).
Es fundamental informar a tu médico y farmacéutico sobre todos los suplementos que tomas, incluido el magnesio, para evaluar posibles interacciones.
Problemas cardíacos específicos
Aunque el magnesio es beneficioso para la salud cardiovascular en general (presión arterial, ritmo), en pacientes con ciertos tipos de bloqueos cardíacos severos (una alteración en la conducción eléctrica del corazón), la administración de magnesio (especialmente intravenoso) puede empeorar la conducción y no se recomienda a menos que se haga en un entorno hospitalario controlado para tratar una arritmia específica. Las dosis orales habituales no suelen representar este riesgo en la mayoría de los pacientes cardíacos, pero la precaución es importante y siempre se debe consultar al cardiólogo.
Miastenia gravis
La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular autoinmune que causa debilidad muscular. Dado que el magnesio influye en la función neuromuscular, la suplementación puede exacerbar la debilidad muscular en personas con esta condición. El uso de suplementos de magnesio está generalmente contraindicado en pacientes con miastenia gravis.
Obstrucción intestinal
Ciertas formas de magnesio (principalmente como laxantes) no deben usarse en presencia de una obstrucción intestinal debido a su efecto osmótico y potencial para empeorar la condición.


Hipermagnesemia o toxicidad por magnesio: ¿cuándo es una emergencia?
La hipermagnesemia, o niveles anormalmente altos de magnesio en la sangre, es la manifestación de la toxicidad por magnesio. Como ya mencionamos, es rara en individuos con función renal normal que solo toman suplementos orales dentro de los límites recomendados. La mayoría de los casos graves ocurren en personas con insuficiencia renal que toman suplementos, o en cualquier persona que ingiere dosis masivas de laxantes o antiácidos que contienen magnesio.
Los síntomas de la hipermagnesemia varían según la gravedad:
Leve a moderada: Náuseas, vómitos, somnolencia, rubor facial, debilidad muscular.
Moderada a severa: Hipotensión significativa, bradicardia (ritmo cardíaco lento), depresión respiratoria (respiración superficial o lenta), reflejos tendinosos profundos disminuidos o ausentes, confusión.
Severa (Emergencia médica): Paro cardíaco, parálisis respiratoria, coma.
Si se sospecha una sobredosis de magnesio o hipermagnesemia (especialmente en alguien con problemas renales o que ha tomado grandes dosis), se debe buscar atención médica de emergencia de inmediato.
¿Quién debe tener precauciones especiales con el magnesio a largo plazo?
Además de las contraindicaciones absolutas (como la insuficiencia renal severa o la miastenia gravis), varios grupos de personas deben tener especial precaución y consultar a su médico antes de iniciar la suplementación con magnesio, especialmente si planean hacerlo a largo plazo:
Personas con cualquier grado de enfermedad renal (incluso leve o moderada).
Personas que toman cualquier medicamento de forma regular (para evaluar interacciones).
Personas con problemas cardíacos (arritmias, hipotensión, bloqueos cardíacos).
Personas con enfermedades neuromusculares.
Ancianos, ya que pueden tener una función renal disminuida y es más probable que tomen varios medicamentos.
Personas con historial de obstrucción intestinal.
La importancia de la supervisión médica
Dada la complejidad de las interacciones medicamentosas y la variabilidad en la función renal y las condiciones de salud individuales, la supervisión médica es invaluable al considerar la suplementación con magnesio a largo plazo. Un médico puede:
Evaluar si la suplementación es realmente necesaria para ti.
Determinar la dosis y la forma de magnesio más adecuadas.
Revisar tus medicamentos actuales para detectar posibles interacciones.
Monitorizar tu función renal si es necesario.
Ayudarte a reconocer los signos de ingesta excesiva o deficiencia.
No asumas que, por ser un mineral "natural", no puede haber riesgos o contraindicaciones.
Conclusión
Volviendo a la pregunta inicial: ¿es seguro tomar magnesio a largo plazo?. La respuesta es un matizado "sí, para la mayoría de las personas sanas en dosis adecuadas". El cuerpo está bien equipado para manejar el exceso de magnesio a través de la excreción renal.
Sin embargo, los riesgos y contraindicaciones del magnesio existen, especialmente en personas con función renal comprometida, aquellos que toman ciertos medicamentos, o que padecen condiciones médicas específicas como miastenia gravis o ciertos problemas cardíacos severos. En estos casos, la suplementación puede ser peligrosa y está contraindicada o requiere estricta supervisión médica.
Los efectos secundarios más comunes del uso a largo plazo suelen ser gastrointestinales (diarrea), que pueden controlarse ajustando la dosis o la forma del suplemento. La toxicidad grave (hipermagnesemia) es rara en personas con riñones sanos que usan suplementos de forma responsable, pero es una emergencia médica si ocurre.
En definitiva, si bien el magnesio es un mineral beneficioso y la suplementación a largo plazo es una opción válida para muchas personas, es fundamental estar informado sobre sus posibles efectos secundarios, reconocer las contraindicaciones clave y, lo más importante, dialogar siempre con un profesional de la salud antes de comenzar o continuar cualquier régimen de suplementación, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes o tomas medicamentos.
Puedes consultar toda la documentación sobre este artículo aquí.
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