Suplementación con magnesio en adolescentes: beneficios y precauciones
Descubre los beneficios y precauciones de la suplementación con magnesio en adolescentes. Información clave para padres sobre salud y bienestar juvenil.
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6/6/202512 min read


Introducción. La importancia del magnesio durante la adolescencia
La adolescencia es una montaña rusa de cambios físicos, emocionales y sociales. Es una etapa de crecimiento acelerado, desarrollo hormonal y, a menudo, de aumento del estrés académico y social. En medio de toda esta transformación, las necesidades nutricionales de los jóvenes se disparan, y micronutrientes como el magnesio juegan un papel estelar, aunque a veces subestimado. El magnesio participa en más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo, siendo fundamental para la producción de energía, la función muscular y nerviosa, el control del azúcar en sangre y la salud ósea. Como padres, es natural que nos preocupemos por si nuestros hijos adolescentes están obteniendo todos los nutrientes que necesitan para prosperar. Este artículo explora en profundidad la suplementación con magnesio en adolescentes, abordando sus potenciales beneficios, las dosis adecuadas y las precauciones indispensables, siempre con el objetivo de ofrecerte información clara y respaldada para tomar las mejores decisiones para la salud de tu hijo.
¿Por qué considerar la suplementación con magnesio en adolescentes?
A pesar de la importancia del magnesio, muchos adolescentes podrían no estar consumiendo cantidades suficientes. Las dietas modernas, a menudo ricas en alimentos procesados y pobres en vegetales de hoja verde, frutos secos y legumbres (fuentes principales de magnesio), contribuyen a esta posible carencia. Además, durante la adolescencia, las demandas de magnesio pueden aumentar debido al rápido crecimiento físico, la participación en deportes intensos que incrementan las pérdidas a través del sudor, y los niveles elevados de estrés, que pueden agotar las reservas de este mineral.
Identificar una deficiencia leve de magnesio puede ser complicado, ya que los síntomas iniciales suelen ser sutiles: fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse o calambres musculares ocasionales, que fácilmente pueden atribuirse a otras causas típicas de esta etapa vital. Sin embargo, una ingesta subóptima prolongada podría tener implicaciones más significativas. Por estas razones, y siempre bajo consejo profesional, la suplementación con magnesio en adolescentes podría considerarse como una herramienta para asegurar que se cubren estas necesidades aumentadas y se promueve un desarrollo y bienestar óptimos durante estos años formativos tan cruciales.


Beneficios potenciales de la suplementación con magnesio en adolescentes
Cuando se realiza de forma adecuada y justificada, la suplementación con magnesio en adolescentes puede ofrecer diversos beneficios que abarcan desde el desarrollo físico hasta el equilibrio emocional. Es importante recordar que los suplementos no sustituyen una dieta equilibrada, pero pueden ser un apoyo valioso.
Contribución a la salud mental y manejo del estrés
La adolescencia puede ser un torbellino emocional. Las presiones académicas, sociales y los cambios hormonales pueden generar estrés, ansiedad e incluso afectar la calidad del sueño. El magnesio desempeña un papel vital en la función del sistema nervioso y se le conoce como el "mineral antiestrés" por su capacidad para ayudar a regular la respuesta del cuerpo al estrés. Ayuda a calmar el sistema nervioso al modular la actividad de neurotransmisores excitatorios y promover la producción de GABA, un neurotransmisor con efectos relajantes. Una ingesta adecuada de magnesio puede contribuir a mejorar el estado de ánimo, reducir la irritabilidad, aliviar la ansiedad leve y promover un sueño más reparador, aspectos fundamentales para el bienestar mental durante la suplementación con magnesio en adolescentes.
Apoyo al crecimiento y desarrollo óseo
Durante la adolescencia se construye una parte significativa de la masa ósea que perdurará toda la vida. Si bien el calcio y la vitamina D son los nutrientes más conocidos para la salud ósea, el magnesio es igualmente indispensable. Actúa en sinergia con ellos, facilitando la absorción y el metabolismo del calcio, y participando en la activación de la vitamina D. El magnesio también influye en la actividad de las hormonas que regulan la formación y reabsorción ósea. Una ingesta adecuada de magnesio durante estos años de rápido crecimiento es, por lo tanto, crucial para alcanzar una densidad ósea óptima y prevenir problemas como la osteoporosis en etapas posteriores de la vida. Asegurar niveles suficientes de este mineral es una inversión a largo plazo en la salud esquelética de los jóvenes.
Mejora del rendimiento deportivo y recuperación muscular
Muchos adolescentes son activos físicamente, ya sea a través de deportes organizados o actividades recreativas. El magnesio es un aliado clave para estos jóvenes deportistas. Participa en la producción de energía (ATP), la contracción y relajación muscular, y la transmisión de los impulsos nerviosos. Durante el ejercicio intenso, las necesidades de magnesio pueden aumentar hasta en un 20%. Una adecuada suplementación con magnesio en adolescentes deportistas podría ayudar a mejorar la resistencia, reducir la percepción de fatiga, prevenir calambres musculares dolorosos y favorecer una recuperación más rápida después del esfuerzo. Contribuir a una función muscular óptima y a una buena gestión de la energía puede marcar una diferencia notable en su desempeño y disfrute de la actividad física.
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Alivio de síntomas premenstruales (SPM) en adolescentes
Potencial ayuda en dolores de cabeza y migrañas juveniles
Para muchas adolescentes, el ciclo menstrual puede venir acompañado de síntomas molestos que conforman el síndrome premenstrual (SPM), como cambios de humor, irritabilidad, hinchazón, sensibilidad en los senos y calambres. Se ha investigado el papel del magnesio en la atenuación de estos síntomas. Algunos estudios sugieren que las mujeres con SPM pueden tener niveles más bajos de magnesio. Este mineral podría ayudar a aliviar los calambres al relajar el músculo liso del útero, y también podría influir positivamente en los neurotransmisores implicados en los cambios de humor. Si bien se necesita más investigación específica en población adolescente, la suplementación con magnesio en adolescentes que experimentan SPM podría ser una estrategia a considerar, siempre bajo supervisión médica, para mejorar su calidad de vida durante esos días del mes.
Los dolores de cabeza tensionales y las migrañas no son exclusivos de los adultos; muchos adolescentes también los padecen, afectando su rendimiento escolar y bienestar. Existe evidencia que relaciona niveles bajos de magnesio con una mayor frecuencia de migrañas. El magnesio interviene en la función neuromuscular y vascular, y se cree que puede ayudar a prevenir la hiperexcitabilidad neuronal y la vasoconstricción cerebral asociadas a las migrañas. Algunas investigaciones y guías clínicas sugieren que la suplementación con magnesio puede ser efectiva para reducir la frecuencia de las crisis migrañosas en niños y adolescentes. Por lo tanto, en casos de dolores de cabeza recurrentes, valorar los niveles de magnesio y considerar su suplementación podría ser parte de un enfoque integral para su manejo.


Dosis recomendadas y cómo elegir el suplemento adecuado
Si después de valorar los beneficios potenciales y consultar con un profesional, se decide iniciar la suplementación con magnesio en adolescentes, es crucial conocer las dosis adecuadas y los tipos de suplementos disponibles.
¿Cuánto magnesio necesita un adolescente?
Las necesidades de magnesio varían según la edad y el sexo. Las Ingestas Dietéticas de Referencia (RDA por sus siglas en inglés) son una guía. Según los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH), las RDA para adolescentes son:
Niños de 9-13 años: 240 mg/día
Niñas de 9-13 años: 240 mg/día
Adolescentes varones de 14-18 años: 410 mg/día
Adolescentes mujeres de 14-18 años: 360 mg/día
Es importante no solo alcanzar la RDA, sino también no exceder el Nivel Máximo de Ingesta Tolerable (UL) para el magnesio proveniente de suplementos, que para adolescentes de 9 años en adelante es de 350 mg/día de magnesio elemental suplementario.
Esta cifra se refiere solo al magnesio de los suplementos, no al obtenido de los alimentos. Un profesional sanitario ayudará a determinar la dosis suplementaria adecuada, considerando la ingesta dietética.
Tipos de suplementos de magnesio: ¿cuál es mejor para adolescentes?
Existen diversas formas de magnesio en los suplementos, cada una con diferente biodisponibilidad (cantidad que se absorbe y utiliza) y posibles efectos secundarios. Para la suplementación con magnesio en adolescentes, se suelen preferir formas bien toleradas:
Glicinato o Bisglicinato de Magnesio: Unido al aminoácido glicina, es conocido por su alta absorción y por ser muy suave para el sistema digestivo, ideal si hay sensibilidad estomacal. La glicina también puede tener efectos calmantes.
Citrato de Magnesio: Unido al ácido cítrico, tiene buena biodisponibilidad. Puede tener un ligero efecto laxante, lo que podría ser útil en caso de estreñimiento ocasional, pero hay que tenerlo en cuenta.
Malato de Magnesio: Unido al ácido málico, se absorbe bien y puede ser beneficioso para la energía, siendo una opción para adolescentes activos o con fatiga. Formas como el óxido de magnesio, aunque contienen más magnesio elemental, se absorben peor y es más probable que causen efectos gastrointestinales. La elección dependerá de las necesidades individuales y la tolerancia.
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Fuentes alimentarias de magnesio: la base de todo
Es fundamental recalcar que la suplementación con magnesio en adolescentes nunca debe reemplazar una dieta sana y equilibrada. Los alimentos son la mejor fuente de magnesio, ya que además aportan otros nutrientes esenciales que trabajan en conjunto. Animar a los adolescentes a incluir alimentos ricos en magnesio en su dieta diaria es el primer paso y el más importante. Excelentes fuentes de magnesio incluyen:
Verduras de hoja verde: Espinacas, acelgas.
Frutos secos y semillas: Almendras, anacardos, pipas de calabaza, semillas de chía.
Legumbres: Lentejas, garbanzos, frijoles negros.
Cereales integrales: Avena, quinoa, arroz integral.
Pescado: Salmón, caballa.
Aguacate.
Chocolate negro (con alto contenido de cacao). Fomentar hábitos alimenticios saludables desde la adolescencia es una inversión en su bienestar a largo plazo.
Precauciones y posibles efectos secundarios de la suplementación con magnesio en adolescentes
Si bien el magnesio es esencial y generalmente seguro, la suplementación con magnesio en adolescentes requiere precaución y conocimiento para evitar problemas.
La importancia de la supervisión médica
Este es el punto más crucial: nunca se debe iniciar la suplementación con magnesio en adolescentes (ni con ningún otro suplemento) sin la consulta y aprobación de un pediatra o médico de familia. Solo un profesional puede evaluar adecuadamente las necesidades individuales del adolescente, considerar su historial médico completo, su dieta actual, y determinar si existe una deficiencia real o un mayor requerimiento que justifique la suplementación. Además, podrán descartar otras posibles causas de los síntomas que se estén experimentando y recomendar la forma y dosis más seguras y efectivas. La automedicación, especialmente en niños y adolescentes, puede ser perjudicial.
Efectos secundarios comunes y cómo minimizarlos
Interacciones con medicamentos
El efecto secundario más común de la suplementación con magnesio, especialmente en dosis elevadas o con formas menos absorbibles como el óxido de magnesio, es el malestar gastrointestinal. Esto puede incluir diarrea, náuseas, o calambres abdominales. Para minimizar estos efectos en la suplementación con magnesio en adolescentes, es recomendable:
Comenzar con una dosis baja e incrementarla gradualmente si es necesario, siempre bajo supervisión médica.
Dividir la dosis diaria en varias tomas más pequeñas.
Tomar el suplemento con las comidas.
Elegir formas de magnesio de alta biodisponibilidad y mejor tolerancia digestiva, como el glicinato de magnesio. Si aparecen efectos secundarios persistentes, se debe suspender la suplementación y consultar al médico.
El magnesio puede interactuar con ciertos medicamentos, alterando su absorción o efectividad. Es vital informar al médico sobre todos los medicamentos (con o sin receta) y otros suplementos que el adolescente esté tomando antes de iniciar la suplementación con magnesio en adolescentes. Algunas interacciones conocidas incluyen:
Antibióticos: Especialmente las tetraciclinas y fluoroquinolonas. El magnesio puede reducir su absorción. Se recomienda tomar el magnesio al menos 2 horas antes o 4-6 horas después de estos antibióticos.
Bifosfonatos: Utilizados para tratar afecciones óseas. El magnesio puede disminuir su absorción.
Diuréticos: Algunos pueden aumentar la pérdida de magnesio, mientras que otros (ahorradores de potasio) pueden aumentar los niveles de magnesio. La supervisión médica es esencial para manejar estas posibles interacciones de forma segura.
Conclusión. Un enfoque equilibrado para el bienestar adolescente
La suplementación con magnesio en adolescentes puede ser una herramienta valiosa para apoyar su crecimiento, desarrollo y bienestar general, especialmente cuando las necesidades están aumentadas o la dieta no es suficiente. Sin embargo, no es una solución mágica ni debe tomarse a la ligera. Un enfoque equilibrado que priorice una dieta nutritiva, rica en fuentes naturales de magnesio, y que considere la suplementación solo cuando sea necesario y bajo estricta supervisión médica, es el camino más seguro y efectivo.
Cada adolescente es único, y sus necesidades deben ser evaluadas individualmente. Al trabajar junto con profesionales de la salud, los padres pueden tomar decisiones informadas para ayudar a sus hijos a navegar estos años cruciales con la mejor salud posible.
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